Todo lo que debes saber sobre las averías en el sistema de control del coche

¿Sospechas que tu sistema de control del coche puede estar padeciendo una avería? Esto es todo lo que debes saber sobre este tipo de problemas. Desde en qué consisten, cuáles son sus repercusiones y cuánto podrían costar sus reparaciones.

Qué es el sistema de control del coche

Lo primero es aclarar, para aquellos que no lo sepan, que el módulo de control de un vehículo es el elemento que se encarga de gestionar diversos aspectos relacionados con el funcionamiento del motor. En esta parte del vehículo se recopila la información que se recoge por los distintos sensores electrónicos. De este modo lo que se hace es incorporar el motor del vehículo. Todo esto es necesario para verificar que su funcionamiento es correcto. Se conoce también a la parte del módulo de control de motor como la centralita del motor.

Se conoce a este dispositivo bajo las siglas ECM, que responde a Engine Control Module. Estos aparatos se instalan en los coches desde finales década de los 70. Esta instalación iba acompañada de sensores que servían para controlar el nivel de emisión de gases contaminantes y facilitar la detección de fallos o averías en el vehículo.

Su evolución

Ya en los 80 comenzaron a generalizarse los avances y la incorporación de mejoras en el sistema electrónico del vehículo y en la actualidad los coches cuentan con diversos módulos de control que están orientados a cada uno de los sistemas de vehículo y tienen más 200 sensores.

Para aquellas personas que se pregunten para qué sirve el modulo de control de motor decir que esta pieza se ocupa de regular la inyección del combustible, además del tiempo de ignición, la distribución de las válvulas y el arranque del propio vehículo. Además esta unidad es capaz de proporcionar una serie de información muy valiosa, lo hace por medio de un escáner, y habla de los fallos que se hayan producido en el vehículo.

Pasos para ver si hay una avería en esta parte del coche

Si quieres ver si hay una avería en esta parte de tu coche tendrás que ver si se dan una serie de síntomas que podrían ayudarnos precisamente a identificar un posible fallo en la centralita del motor. De este modo podríamos enontrar estos indicios que serían los que da un modulo de control de motor averiado.

Si veis que el motor no arranca o que tiene dificultades para hacerlo esto puede ser una señal. También si se para tras el inicio de la marcha. Si veis que el ralentí es escaso, inestable o tiene una velocidad inferior o superior a la habitual, si la aceleración es insuficiente, si presenta un rendimiento o la velocidad anormalmente bajo, si su consumo de combustible es excesivo.

También serán claras señales si se dan detonaciones o explosiones en el motor, si al finalizar el recorrido resulta imposible detener el motor o si al circular con el coche advertimos cualquiera de los síntomas citados anteriormente. En este caso lo mejor será visitar al mecánico lo antes posible para asegurarnos de qué elemento en cuestión proviene la avería y que dicha avería no vaya a más.

Otros síntoma común en otras marcas sería el encendido del testigo del motor o inmovilizador que una vez en la máquina de diagnosis nos diría que no conecta con la ECU porque corrompe la cartografía.

Las averías más comunes

En esta zona del coche hay una serie de averías que son mucho más comunes. Como decimos, las averías que se dan en el modulo de control o centralita pueden ser causadas por diferentes motivos o estar influídas por fallos originados en otros elementos asociados al sistema y entre ellas estas serían las más frecuentes.

Por sobrecarga de tensión

Pueden haber problemas por una sobrecarga de tensión. Esta es una de las principales causas que hacen que se produzcan averías en la centralita del motor. Estaría producida por una sobrecarga eléctrica relacionada directamente con un cortocircuito originado en alguno de los elementos que forman parte del sistema del vehículo.

Porque hay agua en su interior

En el caso de que en algún momento entre agua en el módulo de control, éste se vería gravemente afectado y sería necesaria su sustitución. Por este motivo, cuando un coche queda inundado tanto el sistema eléctrico como la centralita suelen ser desecharse y se cambian por elementos nuevos o por recambios de segunda mano en buen estado.

Por las vibraciones, el sobrecalentamiento y el deterioro

Otro de los motivos por los que puede haber problemas es por las vibraciones por una mala instalación, el sobrecalentamiento del sistema y el deterioro de los elementos que forman parte del módulo de control también son causas muy frecuentes que producen averías en el conjunto. No obstante, este tipo de daños sí que son reparables por lo que el coste sería más bajo.

Grietas en las placas

En ocasiones, las continuas vibraciones o las alteraciones constantes de la temperatura pueden acabar agrietando las placas de los circuitos de la unidad de control, aunque en este caso sí se podría reparar cambiando la placa defectuosa.

Fallos de programación

Los fallos de programación pueden ser otra de las causas. Si no se ha programado de la manera adecuada, o si el módulo de control ha sido reprogramado sin tener en cuenta las características concretas de ese modelo, es normal que de fallos de manera regular o que no llegue a activarse de forma correcta.

Coste de este tipo de reparaciones

En cuanto al coste que puede alcanzar este tipo de reparaciones, reparar la centralita no es una faena demasiado costosa. Al hacer este tipo de trabajos lo que se hace es reprogramar el módulo y en ciertos casos sustituir algún elemento asociado que se haya deteriorado. La reprogramación de un módulo de control de motor suele rondar los 150 euros, más la mano de obra que suelen ser unas dos horas de trabajo.

Eso sí, hay que tener en cuenta que cambiar una centralita averiada por una nueva eleva sustancialmente la factura y dependiendo del tipo de vehículo o sus características podría oscilar entre los 1.000 y los 3.000 euros. En estos casos, muchos propietarios optan por las piezas de desguace y las ventajas de ahorro que ello conlleva. Sólo habría que ir hasta el cementerio de coches y ver qué pieza podría encajarnos. El ahorro sería más que considerable en un supuesto así.

No obstante, antes de reemplazar la centralita, es conveniente hacerle una diagnosis que nos permita asegurarnos de que no es un sensor que esté ligado a la misma el que está impidiendo su óptimo rendimiento.