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Las ventas de coches de gasolina ya superan a los diésel. Algo que no ocurría desde el año 2009 (9 años) pero las ventas de coches de gasolina superaron a las de diésel en Europa, tras una caída de estos últimos de 5,1 puntos porcentuales en 2017 que es del 49,9% al 44,8%.
En este sentido, medidas como la restricción a la circulación de este tipo de vehículos en capitales europeas explican su descenso en todos los mercados. Así, los vehículos de gasolina representaron el 49,4% de las matriculaciones.
Todo esto lo que hace es explicar las emisiones medias de dióxido de carbono (CO2) de los vehículos nuevos vendidos en Europa aumentaron un 0,4% en 2017, hasta 118,5 gramos por kilómetro. Es la primera subida desde 2010, año de los primeros registros. En España subieron un 0,5%. Según los datos tomados por la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEE)
En el caso de los coches con idéntica cilindrada, los diésel más modernos emiten menos de CO2, aunque sí más NOx, en el punto de mira de las administraciones para reducir la contaminación.
En un total de 17 estados miembros de la Unión Europea las emisiones de CO2 fueron más altas que en 2016, incluidos algunos de los principales mercados como Reino Unido (+0,8%), Francia (+0,6%), España (+0,5%) y Alemania (+0,1%). En Polonia y Países Bajos, ascendieron hasta un 1,43% y un 2,27%.
Para los expertos estas cifras tienen una lectura y plasmarían que la masa media de automóviles nuevos vendidos en la UE se mantuvo prácticamente igual a la de años anteriores, lo que demuestra «claramente» que el aumento de las emisiones de CO2 en 2017 no se debe a las mayores ventas de motores diésel más grandes y pesados.
Erik Jonnaert, Secretario general de la ACEA, ha advertido que este nuevo cambio de la tendencia, de la mano con una introducción bastante baja de los nuevos vehículos alternativos, mostrara un “impacto tangible) sobre las emisiones de CO2 de las nuevas flotas de vehículos en toda Europa.
Todo esto plantea una nueva cara del futuro, son bastante serios los desafíos para cumplir los objetivos de CO2, no solo los propuestos para 2030, sino también los ya establecidos para 2020. Con todo, la cuota de mercado de vehículos con carga eléctrica aumentó 0,4 puntos porcentuales el año pasado en el ‘Viejo Continente’ respecto a 2016, pasando de un 1,1% de 2016 a un 1,5%.
La realidad es que se ha creado una gran incertidumbre con relación a los vehículos dièsel, que cada vez es más grande, algo que se puede ver claramente reflejado en los datos que arrojan sus ventas, claramente perdiendo de a poco una posición que los colocaba como los más dominantes en el mercado automovilístico.
Esta caída de las venta de coches dièsel no solo ha favorecido a los coches de gasolina, sino que en una constante transición a paso lento, pero seguro, son cada vez más los coches híbridos y los alimentados con diferentes tipos de energías alternativas los que salen a la venta. Es tanto así que esta tendencia ha hecho que las ventas de los coches eléctricos, los híbridos, los alimentados con gas licuado de petróleo (GLP) y los de gas natural hayan aumentado representativamente sus ventas en el mercado de los automóviles. Lo que demuestra además una favorable adaptación dentro de la sociedad.
Una caída que no tiene fin
La caída del dièsel no parece tener fin, sino más bien un comienzo prolongado. En tan solo un año, luego de ser el protagonista del mercado de los nuevos coches por un tiempo largo, se ha empezado a hundir. Muy lejos quedaron los años del 2006 y el 2012 en el este combustible tenia aseguradas por lo menos un 70% de las matriculaciones de los coches turismo…
En un tiempo pasado, no solo en España sino en la mayoría del continente europeo, eran los motores que más popularidad tenían en los noventa, cuando debido a la contaminación las políticas comunitarias se dirigían a disminuir las emisiones del dióxido de carbono por una lucha incansable frente al cambio climático, hicieron que los vehículos de gasóleo se popularizaron. Es cierto que en comparación con los vehículos de gasolina, emiten menores emisiones de gases invernadero.
Luego se dieron cuenta que a pesar de lo mencionado anteriormente, los coches dièsel tienen una expulsión mucho mayor de óxidos de nitrógeno (NOx) uno de los mayores contaminantes responsables de gran parte de la polución de las grandes ciudades europeas, como lo son Barcelona y Madrid. Son estos los principales Ayuntamientos lo que han puesto en la mira a los coches dièsel de mayor antigüedad.
Dentro de poco los mismos vendedores trataran de desligarse de estos motores. Sin embargo, la idea no es que las ventas de coches de gasolina aumentan en gran medida. Lo ideal es que la producción y venta de coches alternativos avance y se extienda a lo largo del continente europeo y del mundo. De manera que los efectos sobre la contaminación sean realmente significativos.
Se sabe que no es una meta sencillo de cumplir, pero poco a poco se han ido viendo los frutos de múltiples campañas para que esto suceda. Lo más difícil es que las distintas poblaciones acepten el cambio que se avecina, que al parecer vienen marchando con fuerza, vistos los datos de venta de los coches dièsel, a pesar que todavía en algunos sectores esta no sea la tendencia todavía.
