Cada vez habrán más radares. La Dirección General de Tráfico ha comprado 60 radares móviles para que los motoristas de la Guardia Civil realicen controles de velocidad a los vehículos que circulan por las carreteras. Estos controles se harán desde puntos fijos con un trípode para denunciar a aquellos que superen los límites de velocidad.
Así serán los nuevos radares
Se trata de una serie de medidas que se enmarcan dentro de un nuevo paquete de medidas que podría en marcha durante este operativo. Se trata de 60 radares ligeros, que se instalarían en puntos fijos con el fin de hacer controles integrales a los conductores.
Por medio de esta compra, la DGT ha aceptado invertir cerca de 860.000 euros en comprar radares láser portátiles para los motoristas» de la Guardia Civil que patrullan por las vías interurbanas. Se trata de un total de 60 cinemómetros, por los que recibirá 860.130 euros.
Cada uno de los equipos debe medir la velocidad de los vehículos en un área de control y disparar su cámara si la velocidad media sobrepasa el límite, de manera que la imagen del vehículo, la velocidad y otros datos queden registrados en un archivo y su visionado sea realizado en un ordenador o tablet.
Así pues, cada equipo de medición tiene que captar velocidades de hasta 250 km/h a una distancia de 15 a 50 metros en dos carriles de carretera y con temperaturas de 0 a 50 ºC. La batería deberá tener un mínimo de cinco horas de funcionamiento. Los equipos han de contar con trípodes con soporte y funda, ordenadores portátiles o tabletas para la gestión de infracciones, soportes magnéticos y para guardarraíl; maletas de transporte y manuales de funcionamiento y de mantenimiento.
Así que ya lo sabéis correr en la carretera puede salir muy caro. Por supuesto en primer lugar porque puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente y luego porque os enfrentáis a ser cazados por una de estas cámaras.