Si habitualmente tienes que conducir y ya es de noche, presta atención porque te damos una serie de trucos que permitirán mejorar tu conducción de noche. Y es que si quieres salir a esa hora a la carretera lo mejor será que te prepares para la dificultad que supone conducir un vehículo sin luz natural. La menor visibilidad hará que debamos estar más concentrados.
Cuidado con la velocidad
Moderar la velocidad es especialmente importante si conduces por la noche. Cuando hay una visibilidad reducida, debemos disminuir consecuentemente nuestra velocidad. No te dejes llevar por el hecho de que la carretera se encuentra prácticamente vacía. Es muy importante que no pierdas de vista que debes ser capaz de parar el coche totalmente dentro del campo iluminado por los faros si se produce algún imprevisto. Algunos expertos recomiendan que la velocidad máxima se reduzca un 20% con respecto a las horas diurnas, es decir, 90 km/h en carretera.
Por supuesto esto es especialmente importante si tenemos que conducir con lluvia, deberemos disminuir aún más la velocidad. En invierno y, según la zona en la que nos encontremos, puede también ocurrir que tengamos que conducir con nieve. En este caso, se recomienda mantener una velocidad baja y sostenida, evitando acelerones y pisando el freno lo menos posible. Durante la conducción nocturna hay que adaptar la velocidad a las condiciones de iluminación de la vía y aumentar la distancia de seguridad con respecto al vehículo precedente para conseguir mayor tiempo de reacción en caso de un imprevisto.
Presta más atención a la carretera
Estar más vigilante. Debe aumentarse la frecuencia con que se mira por los espejos retrovisores para anticiparse a cualquier situación. También debe aumentarse la frecuencia con que se mira por los espejos retrovisores para anticiparse a cualquier situación.
Comprueba la altura a la que se sitúan los faros
Debes verificar la altura de los faros. Antes de realizar tu trayecto debes comprobar que la altura de los faros es la correcta, de manera que el campo que iluminan sea suficiente. También es aconsejable que lleves las luces de cruce conectadas entre la puesta y la salida del sol.
Comprobar que los sistemas de iluminación del coche funcionan correctamente.
Para quien suela conducir con frecuencia en horas con escasa visibilidad es recomendable equipar su vehículo con las más avanzadas tecnologías de iluminación para una mayor seguridad y comodidad: faros inteligentes, con xenón o LED, visión nocturna con infrarrojos. Para evitar el deslumbramiento es clave un buen reglaje de los espejos retrovisores exteriores e interiores. Sé respetuoso con el resto de conductores al utilizar las luces de cruce y carretera y los antinieblas. Recuerda encender el alumbrado de cruce al menos una hora antes de la puesta del sol.
Garantizar la propia visión del conductor realizándose controles periódicos –al menos una vez al año- con un óptico-optometrista o con el oftalmólogo.
Realizar el viaje descansado
En cualquier caso, siempre durante un viaje nocturno es aconsejable realizar paradas de descanso cada hora u hora y media de trayecto.
Aumentar la frecuencia de vigilancia de los espejos, llevar el habitáculo bien ventilado y tratar de escuchar música que no te desconcentre de la conducción te ayudará a evitar los síntomas del sueño.
Ante cualquier síntoma de lagrimeo, fatiga ocular, somnolencia, picor de ojos…, localiza un lugar seguro donde parar el coche y descansar antes de seguir el viaje.
Evita conducir con la luz del habitáculo encendida
Esto es así ya que provoca un mayor contraste entre el interior y el exterior y reduce la visión. La limpieza de los cristales de la luna trasera y parabrisas ayudará a una mejor visibilidad de día, pero especialmente durante la noche, porque evita reflejos molestos. Igualmente es importante mantener en buen estado las ópticas del vehículo y asegurarse que la altura de los faros está bien ajustada tanto para ofrecer una buena visibilidad como para evitar molestias al resto de conductores.
Trata de utilizar carreteras bien iluminadas
Trata de utilizar carreteras bien iluminadas y en buen estado para tus desplazamientos nocturnos, preferiblemente autopistas o autovías. Si, aun así, no reduces tu miedo e inseguridad, evitar conducir de noche.
Cuidado con los deslumbramientos
Si sufres deslumbramientos por parte de otros coches. Intenta aminorar la velocidad, acércate a la línea derecha de tu carril y gira la cabeza hacia la derecha. Si fuera necesario y en ese momento te acuerdas, cierra el ojo izquierdo para dejar de ver lo antes posible los faros del coche que acaba de deslumbrarnos.
1No te guíes siempre por las luces de otros coches para seguir el trazado de la carretera
Si hay mucha distancia con el vehículo que te precede, en muchas carreteras secundarias lo que parece recto no lo es. Entre las dos rectas perfectamente alineadas, puede haber varias curvas o un desnivel.
Regula retrovisores y faros
Regula bien los retrovisores exteriores e interior. Le garantizará una buena visión trasera y evitará deslumbramientos imprevistos. También tienes que revisar con frecuencia la regulación de los faros. Es vital para conseguir una correcta visibilidad de la carretera de noche y para evitar deslumbrar a los otros conductores.
Analiza la carretera por la que circulas
Analiza la carretera por la que circulas para ver si hay vehículos que se acercan: los destellos de luz en las colinas y las curvas podrían ser los faros de otros vehículos. Ten cuidado también con los peatones y ciclistas, de noche puede ser más difícil verlos, especialmente si no llevan ropa reflectante.
Clases prácticas de conducción nocturna
Probablemente muchos de nosotros hemos hecho nuestras prácticas del coche y hemos aprobado nuestro examen práctico durante el día, lo que supone que nunca hemos tenido la oportunidad de recibir consejos de un profesor de autoescuela sobre cómo conducir de noche. Si no te sientes seguro al conducir de noche, dar una clase práctica con un profesor de autoescuela que pueda darte algunos consejos sería una buena idea.
Revisa tu vista
Revisa tu vista regularmente para controlar cualquier problema de visión subyacente que pueda afectar a tu visión como el glaucoma. Nunca uses lentillas oscuras o de color cuando conduzcas de noche.