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¿Quieres prolongar la vida de tu coche y ahorrar en las reparaciones de tu vehículo y no sabes cómo lograrlo? Presta atención a estos aspectos que te acercamos y lo conseguirás sin renunciar a contar cuando sea necesario con la ayuda de los mejores profesionales.
Prevenir, la mejor opción
Para ahorrar en el taller mecánico consiste en la prevención y en saber escuchar a tu vehículo. El coche suele dar señales de posibles problemas y no hay que ignorar jamás uno de estos síntomas. Si escuchas ruidos extraños quizá estés ante una posible avería en el motor, si ves que el color del humo del tubo de escape cambia puede que tengas el filtro del aire sucio…
Así que, ante cualquier señal de estas características debes acudir a tu taller lo antes posible. Así evitarás que la avería se agrave, la reparación que debas hacer será más sencilla y, por tanto, tendrá un importe menor.
Cuidar tu forma de conducir te puede ayudar
A menudo adquirimos costumbres conduciendo que pueden hacer que acabemos pasando por el taller. Por ejemplo, dejar el pie sobre el embrague en los semáforos puede hacer que a largo plazo se desgaste antes. Poner las luces del coche antes de arrancar el motor o apagar el motor y después quitar las luces daña la batería y acorta su vida útil. Si evitas estas pequeñas costumbres harás que tu coche esté en perfecto estado durante más tiempo y quizá evites alguna visita al taller con el ahorro que supondría.
Cuidar el motor es fundamental. los motores ya sean Diesel o Gasolina, Turbo oAtmosféricos, tienen una temperatura de trabajo. Esta temperatura ideal de trabajo suele estar cerca de los 100ºC, por lo que echar a andar nada más arrancar en frío es algo que al motor no le gusta nada, y es en estas circunstancias cuando se produce el mayor desgaste interno del motor, ya que las distintas piezas fabricadas en distintos metales tienen distintos coeficientes de dilatación y en frío no están perfectamente encajadas, aunque sean unas milésimas de milímetro. Asimismo, en frío o tras varias horas parado, el aceite que circula por el interior del motor se ha ido escurriendo hacia el cárter, lo que hace que las piezas en movimiento conserven muy poco lubricante entre ellas, aumentando de esta manera el rozamiento y el desgaste.
El consejo en esta situación es esperar un momento, nada más que un par de minutos con el motor al ralentí antes de salir a conducir, de esta forma permitiremos que las primeras explosiones hagan aumentar la temperatura un mínimo para empezar a ajustarse bien, y el lubricante acceda correctamente a todos los rincones del motor.
Los recambios originales, la mejor garantía
Si tienes un vehículo de determinada firma y necesitas pasar por el taller para hacer algún tipo de recambio los de la firma serán tu mejor opción. Usan la ingeniería más avanzada y de mayor calidad y son los que mejor se ajustan a tu vehículo puesto que están diseñados expresamente para él. Con todos estos aspectos conseguirás un mejor acabado y una garantía de éxito mucho mayor. Esto te asegurará una vida útil de tu recambio más larga.
Cuidado con el uso de las palancas
La palanca está unida al interior del cambio mediante cables o varillas, y cada pequeño movimiento o presión sometida en la palanca, repercute en el interior del cambio. Aunque no lo parezca, el apoyar la mano en la palanca de cambios estamos sobrecargando los sistemas interiores de la caja de cambios para la selección de velocidades. También el embrague es otra pieza que sufre mucho el mal uso. Salir “quemando rueda” o a acelerones, mantener el pie ligeramente encima del pedal o actitudes similares, reducen drásticamente la vida útil del embrague, lo que repercute en averías y en la economía al ser su sustitución una operación no precisamente barata.
Evita el choque térmico en tus frenos
Su correcto funcionamiento es a partir de determinada temperatura, así quesi frenamos muy fuerte estando fríos lo más probable es que se doblen los discos de freno al ser sometidos a una dilatación extrema. Asimismo hay que evitar mojarlos una vez estén calientes, ya que el choque térmico puede directamente romper los discos al no poder contraerse de golpe.
Cuida la suspensión de tu vehículo
Evitar dar bordillazos, atacar saltos y agujeros a gran velocidad, badenes o sobrecargas de peso evitará el desgaste prematuro de amortiguadores y la rotura de silent-blocks y rótulas varias del sistema. Para la dirección igual, hay que tratarla con suavidad y evitar dar golpes y bordillazos con las ruedas directrices.
Los neumáticos revisados cada mes
Controlar las presiones una vez al mes, vigilar el estado del dibujo así como su fecha de fabricación prevendrá un deterioro prematuro. Asimismo, hay que evitar golpearlos con bordillos y agujeros, para evitar dañar la carcasa interior del neumático.
Lavar el coche es más importante de lo que crees
En cuanto al exterior del coche, uno de los peores enemigos de la pintura son los rayos ultravioleta del sol. Guardar el coche en un garaje o bajo una funda ayudará a mantener en buen estado la pintura y los acabados exteriores, así como los plásticos de los paragolpes y molduras. Una visita al lavadero de vez en cuando evitará la acumulación de suciedad en determinadas zonas que a la larga podrían repercutir en la aparición de óxido.
Precisamente a la hora de limpiarlo es importante tener en cuenta los materiales usados en plásticos y tapicería (tela, cuero, etc) deberemos tener unos cuidados u otros. Hay productos especiales para tapicerías que ayudan a mantener en buen estado los asientos y guarnecidos. Asimismo, una limpieza interior de vez en cuando y evitar fumar y comer dentro del coche asegurará unos buenos acabados con el paso de los años.
