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Cuando hablamos de aquaplaning nos referimos a ese fenómeno que ocurre cuando las ruedas del automóvil no se adhieren a la carretera a causa de la lluvia. Es un fenómeno bastante peligroso ya que consiste en la pérdida de contacto entre los neumáticos y la calzada provocada, entre otras cosas, por la entrada de una delgada capa de agua entre ambos. El aquaplaning se produce por tres motivos primeramente. Encontramos la climatología en primer lugar, y se da principalmente por un exceso de agua de luvia en un punto localizado. Por otro lado, tenemos el que la carretera no sea capaz de absorber todo el agua de lluvia. Y como tercer factor, podemos mencionar los neumáticos, destacando que son el único elemento del vehículo que tiene contacto directo entre el coche y la carretera, por lo que en situaciones de este tipo, es muy importante su buen estado, ya que si no el problema podría convertirse en algo más. Centrándonos en los neumáticos, podemos comprobar que tienen unos canales de desagüe cuyo objetivo principal es desalojar el exceso de agua. Hay que tener muy en cuenta el tamaño de los canales de evacuación de estos neumáticos y el diseño del dibujo del neumático, ya que cuanto más pequeños sean, más riesgo de que se produzca aquaplaning tienen. Un neumático nuevo tiene una profundidad cercana a 1 cm. No obstante un neumático, a la mitad de su vida útil, ha reducido el tamaño de sus canales de evacuación a la mitad. Los neumáticos deben evacuar entre 5 y 10 litros de agua por segundo aproximadamente. Así que cuando no son capaces de hacerlo, el agua se sitúa bajo el neumático elevándolo, y esto provoca que el conductor pueda perder el control del vehículo.
Como casi todo, la mejor manera de evitar el aquaplanning, es conocer el fenómeno y,sobre todo,saber por qué se produce. Ya que conociendo la causa tendremos una mayor idea de cómo evitar que pase o ,al menos, de minimizar sus consecuencias. Aunque parezca increíble basta una fina capa de agua para que se produzca este fenómeno, por lo que la velocidad a la que conducimos tiene una gran influencia en que nuestras ruedas liberen ese agua o no. Asique, a mayor velocidad , menos posibilidad de evacuación del agua. Por lo que, como breve definición: el aquaplaning se produce cuando el neumático no es capaz de evacuar el agua que se acumula delante de él al girar.
Los cuatro factores decisivos para que ‘un coche llegue a flotar sobre la carretera mojada’ son: velocidad (como hemos explicado anteriormente), su peso (cuanto más ligero sea el coche, más fácil que flote), el estado de los amortiguadores del vehículo y el de los neumáticos (este último el más importante).
¿Qué puedo hacer si comienzo a sentir el aquaplaning?
- Primeramente, para evitar que esto suceda, deberemos tener un gran cuidado de los neumáticos fijándonos siempre en que tengan la presión y el dibujo adecuado. El mínimo de su dibujo es 1,6mm.
- Si empezamos a notar que este fenónemo se está produciendo tendremos que dejar de acelerar y no mover el volante, siempre teniendo en cuenta que no se hay tenido un pérdida del recorrido inicial.
- Bajo ningún concepto se debe frenar bruscamente, ya que si no, se podría desplazar el punto de aplicación del pes o hacia delante y aumentar la probabilidad de que se aumente este fenómeno. Si por algún casual, no se puede evitar, se debe ir reduciendo la velocidad para dar tiempo a que el dibujo del neumático vaya canalizando ese agua.
- Si encontramos agua solo en un lado de la calzada deberemos intentar esquivarlo, siempre claro está que esas esquivaciones no estén fuera de lo reglamentario.
Por tanto, si conducimos a una velocidad alta, con ruedas anchas y con los canales de evacuación desgastados sufriremos aquaplaning bajo todo pronóstico.
