Los coches híbridos están más de actualidad que nunca pero quizá todavía no conozcáis a fondo en qué consisten estos vehículos, el tipo de funcionamiento que tienen, además de las ventajas y desventajas que pueden suponer respecto a los coches convencionales. Os acercamos todas las claves para que podáis saber más sobre este medio de automoción.
En qué consisten los coches híbridos
Un coche híbrido se caracteriza por usar sistemas de propulsión híbridos y al hablar de este tipo de vehículos se suele hacer referencia a los diseños híbridos eléctricos, que se caracterizan por combinar un motor de combustión interna con uno o varios motores eléctricos, todo ello alimentado por baterías adicionales a la principal.
No obstante, hay variantes dentro de los sistemas de propulsión de estos coches, ya que algunos además incorporan una celda de combustible, supercondensador, motor de aire comprimido o batería inercial, todo ello se combina con un motor de combustión o eléctrico.
Son coches que se caracterizan por su gran eficiencia energética aunque esta capacidad dependerá también del sistema utilizado por el propio vehículo. Esto se debe al uso de un motor más pequeño así como el uso de sistemas de recuperación de energía, como pueden ser los frenos regenerativos. Al presentar un menor consumo energético, se obtienen beneficios económicos y ambientales.
Cómo es su funcionamiento
Los coches híbridos tratan de minimizar las pérdidas de energía y cada una de sus piezas están diseñadas para ello, de tal modo que proporcionan una experiencia de conducción mucho más sostenible.
Según su tipo de funcionamiento los vehículos híbridos que se pueden encontrar en el mercado son cuatro:
Híbrido en serie: Se trata de un tipo de coche en el que el motor de combustión interna no presenta una conexión mecánica con las ruedas y su única función es generar electricidad. Se encarga de recargar la batería y cuando ya está llena se desconecta temporalmente.
Híbrido en paralelo: En estos coches el motor térmico y el eléctrico se usan para dar fuerza al mismo tiempo durante la transmisión. No es el tipo de motor más eficiente.
Híbrido combinado: La combinación que presenta de los dos motores sirve para impulsar al coche y tiene conexión mecánica a las ruedas. Se trata de una solución compleja pero muy eficiente.
Híbridos plug-in o enchufables: Un vehículo híbrido enchufable es un vehículo cuyas baterías pueden ser recargadas de manera sencilla, tan sólo enchufando el automóvil a una fuente externa de energía eléctrica como pueden ser las tomas domésticas o públicas que encontremos para tal finalidad. Es aquí donde se da la diferencia mayor entre los coches híbridos convencionales y los enchufables. En este tipo de coches, las baterías suelen tener una mucha mayor capacidad que las de los híbridos no enchufables, por lo que en uso real pueden circular más kilómetros en modo puramente eléctrico, ofreciendo por tanto, un gasto medio de combustible mucho menor.
Pros de los coches híbridos
Como apuntábamos, una de las mayores ventajas de los coches híbridos es la capacidad de ahorro de energía que presentan. Y es que permiten hacer un menor consumo de combustible, además el coche expulsa unos niveles menores de emisiones de CO2. En las zonas en las que más puede ahorrar un coche de estas características son las urbanas y las que menos en cruceros a alta velocidad por autovía.
Además, los coches híbridos hace en todo momento un uso más racional de la energía gracias a sistemas como el stop/start de parada y arranque automático del motor en semáforos y el sistema de frenada regenerativa, es decir, un programa que capta la energía cinética generada en una frenada o deceleración, para transformarla posteriormente en energía eléctrica. Gracias a ello, cuando el coche va a baja velocidad o está parado la demanda de energía proveniente del motor de combustión suele ser inexistente o muy baja.
En circunstancias de aceleración, momento en el que siempre el motor necesita más energía será cuando realmente funcionen a pleno rendimiento tanto el motor eléctrico como el térmico. En definitiva, una de las grandes ventajas de los coches híbridos es que usan el tipo de energía más conviene en cada momento en función del tipo de conducción que estemos haciendo. Más allá de lo eficientes que son, también resultan más silenciosos.
Por si esto fuera poco, los coches híbridos no necesitan un mantenimiento especial y el sistema híbrido dura lo mismo o más que el de un coche convencional, tanto es así que la garantía del motor eléctrico y la de sus baterías es muy superior al del motor térmico y transmisión convencional.
Contras de los coches híbridos
No obstante no todo es positivo en los coches híbridos. Las baterías con las que funcionan tienen un alto impacto ambiental si no se reciclan de manera adecuada una vez ha finalizado su vida útil.
La autonomía también puede ser un problema en los vehículos híbridos. Y es que la escasez todavía de este tipo de coches, en comparación con los vehículos de combustión interna, hace que la red de suministro de energía eléctrica sea aún muy limitada, algo que convierte la capacidad de autonomía del coche, especialmente en carretera, en un inconveniente. Hay que tener en cuenta que el promedio de autonomía de estos vehículos es de unas tres horas. Además este tipo de coches y su futuro está amenazado por los vehículos de combustibles alternativos, ya que presentan una mecánica más simple y son más sencillos tecnológicamente hablando.
Su precio tampoco acompaña. Y es que los vehículos híbridos son más caros que un modelo equivalente, aunque es cierto que con el paso del tiempo salen rentables. Este punto, agravado por la oferta todavía muy limitada que hay de este tipo de coches hace que los usuarios todavía no se acaben de decidir a dar el paso. Una muestra de ello es que en España solo hay tres modelos que estén verdaderamente al alcance de los consumidores, aunque lo cierto es que hay firmas como Tesla que están llamadas a revolucionar este mercado. Habrá que esperar.