No será tan fácil, ni rápido, pero la prohibición de los coches dièsel no tiene marcha atrás. Una decisión que inicia en Europa, pero que pronto ir recorriendo todo el mundo. Entre los años 2019 y 2025 muchos países de la Unión Europea ya habrán prohibido la circulación de este tipo de coches en sus ciudades, de hecho muchos ya lo hecho.
¿Por qué han tomado esta decisión de prohibir los coches dièsel?
La contaminación los está arropando, la población en el mundo crece violentamente y con ello la demanda para su movilidad. Es resultado es que el número de automóviles circulantes ha excedido los niveles pensados y las emisiones tóxicas ya son insostenibles. Tanto el bienestar ambiental como el de las personas se ven comprometido día a día y con estas prohibiciones se busca una solución.
Los coches dièsel tienen una producción de nitrógeno tan elevada que su contribución con el calentamiento global y con la producción de lluvia ácida, ya es incontrolable. Además del daño que ocasiona en el sistema respiratorio de los pobladores.
Según el informe de polución anual de la Agencia Europea del Medio Ambiente, en la Unión Europea casi un millón de personas muere cada año de forma prematura, debido a la contaminación ambiental. Detallando que particularmente en España hay 30.000 de esas muertas.
España iniciará la prohibición desde 2019
Según las normativas establecidas en las diferentes ciudades del país, la prohibición de circulación de los coches dièsel iniciara en el año 2019. Ya en Barcelona se anuncian que para dicho año, los vehículos que tengan más de 20 años tendrán que salir de circulación, del área metropolitana.
Por su parte en la ciudad de Madrid, la normativa se hará efectiva para el 2025. Se ha establecido que para ese momento los coches dièsel y de gasolina que hayan sido matriculados ante los años 2000 y 2006, es decir que tenga más de 20 y 25 años, tendrán prohibido circular, dependiendo de su motor.
De igual forma se ha anunciado en la ciudad de Baleares, esperando que para el año 2050 todos los vehículos sean eléctricos.
Estas decisiones se empiezan a acatar por la población de una manera indirecta, ya que las ventas de coches dièsel han empezado a disminuir significativamente en comparación con los años anteriores, teniendo en cuenta que en Europa la tendencia de los coches dièsel es de aproximadamente el 70 %.
Razones para apoyar la prohibición de los coches dièsel
Las enfermedades que provocan en las personas son mortales. La Organización Mundial de la Salud ha determinado que el óxido de nitrógeno que emiten los motores dièsel pueden ocasionar cáncer de pulmón. Sin embargo, el nivel límite en Europa de emisiones de Óxido Nitrógeno de este tipo de motores es de 80 mg por kilómetro que recorren, un nivel que supera en el doble el nivel permitido en los Estados Unidos. Estas emisiones no sólo pueden provocar problemas respiratorios, sino también afectan el corazón, la OMG lo ha considerando como una de las principales causas de ictus y de infartos en la población.
En Francia las autoridades han reconocido que la contaminación ambiental es la causante de 42.000 millones de muertes cada año, representando además una pérdida económica que alcanza los 100.000 millones de €. De hecho Francia se posiciona como uno de los primeros países que decide prohibir la circulación de los coches dièsel en sus ciudades.
Ocasionan alergias. Los coches dièsel expulsan por el tubo de escape una serie de partículas sólidas que aumentan grandemente la posibilidad de sufrir graves alergias, respiratorias y dérmicas. Estas son partículas sólidas que absorben los alérgenos en el ambiente y que contribuyen a aumentar la concentración del polen.
Emisión de CO2 no tan aceptables. En un principio, ese tipo de coches eran promocionados como una de las alternativas automovilísticas que respetaban el medio ambiente, ya que las emisiones de CO2 era más bajas debido a que los motores ofrecen mayor eficiencia, por lo que su consumo de combustible es menor que los coches de gasolina. A pesar de ello, se ha considerado que los motores de gasolina tienen mayor eficiencia y que las emisiones de este gas de un vehículo dièsel es sólo un poco inferior.
No es suficiente el sistema Euro para que haya un límite de las emisiones de gases tóxicos. Este limita las emisiones de gases en vehículos nuevos pero deja de un lado las de los modelos antiguos que aún circulan, los cuales contaminan a diario las diferentes ciudades. Mientras más viejo es un motor dièsel, las emisiones de gases tóxicos son mayores, ya que cada vez son menos eficientes. Sólo en España, un aproximado del 56 % de los vehículos circulantes cuentan con un motor dièsel y gran parte tienen mucho más de diez años.
No es tan económico: en un tiempo la cantidad e coches de gasolina era muy superior a las de los coches dièsel, sin embargo la popularidad de estos últimos hizo que el número de ventas subiera rápidamente, aumentando el precio además de dicho combustible, que en un tiempo era más económico. Si se comparan costes, el mantenimiento de este tipo de vehículos es mucho más elevado, ya que se trata de motores complejos, con diversos componentes. Por lo que se considera que en unos años el mantenimiento básico será muy alto.
Los coches eléctricos son el futuro
Todavía no han abarcado una parte importante del mercado. Sin embargo este tipo de coches ya se hacen notar con todas las ventajas que ofrecen en el medio automovilístico y por supuesto a nivel ambiental.
Los coches eléctricos son una alternativa bastante limpia, no utilizan combustible, por lo que su emisión de gases es nula. Además son mucho más silenciosos que los vehículos con carburantes.
Poco a poco han tenido su introducción en el mercado y la sociedad ha empezado a aceptarlos. Se espera que se conviertan en el futuro de la movilización en un plazo no tan largo.