Cuando se habla de tareas de mantenimiento en los vehículos, el cambio de aceite es una de las más importantes de ellas. Y es que para cualquier conductor esta tarea es fundamental, y olvidarse de hacer esto conlleva a que se enfile muchas veces el camino hacia el desguace.
Si se tiene pensada la compra de un coche que ha estado parado durante un largo período de tiempo o simplemente se pasó por alto cuando se debe cambiar el aceite del vehículo, lo más recomendable es tener sumo cuidado, para eso le explicamos la función que cumple el lubricante.
Y es que aunque esta acción resulte sumamente rutinaria, el no hacerla puede conllevar resultados desagradables para el dueño del coche. Aquí dejamos las claves para entender cuándo cambiar el aceite.
El aceite y su función
Es un elemento prioritario en la rutina del motor, la misión de este es lubricar y proteger el motor, para esto el aceite se encarga de crear una película entre las partes móviles, lo que disminuye el desgaste que causa la fricción.
Pongámoslo en un ejemplo humano, si el hueso humano no recibe suficiente calcio este se deteriora, al igual que si sus articulaciones no reciben cierto tipos de líquidos, estarán propensas a fallar o a desgastarse rápidamente. Esto mismo es lo que sucede con el aceite y su función en el motor. El aceite también consigue que la temperatura sea más baja en todo el bloque.
Revisión periódica
Esta revisión no es como para ir al taller, sino más bien sacar la varilla y comprobar que los niveles de aceite se encuentren en el sitio indicado. Si se nota que se baja más de lo que debería, simplemente se tiene que rellenar, ya que un motor sin aceite tendría unas consecuencia muy catastróficas, aún si se le deja aceite viejo.
Si el coche hace miles de kilómetros pero el nivel de aceite no disminuye, esto también es motivo de preocupación, lo más seguro es que haya entrado gasolina en algún depósito de aceite.
Lo que ocurre si se nos olvida el cambio de aceite
No añadiéndole detalle alguno, cuando no se hace el cambio de aceite debidamente, ya sea que el nivel esté bajo o el lubricante está en mal estado, las partes metálicas del motor se desgastará en demasía, siendo esta la consecuencia, que resulta catastrófico para el vehículo.
Además de esto, la suciedad se acumula en el filtro del coche, lo cual da como resultado que este se tapone. Lo más grave de este asunto es el aumento desmedido de la temperatura, lo que daña en gran medida al motor.
El cambio, y cuándo hacerlo
En estos casos no hay nada en específico, ya que depende en gran medida de lo que diga el manual del fabricante. En este manual se podrá ver el número de kilómetros máximos que se puede recorrer con el mismo aceite.
La horquilla en estos aspectos goza de cierta amplitud: entre los 5000 y 30000 km. La exactitud no es necesaria, sin embargo no debe sobrepasarse de los 5000 en caso de que el límite del manual sea este. Un consejo que damos es que se pueden guiar por meses, entre 3 y 24. Ya que en un coche parado se suele estropear el aceite gracias a la oxidación.
Otra cosa que es imprescindible es el cambio de lubricante junto con el filtro, de no ser así, la operación se habrá hecho sin sentido alguno, lo que de hecho causa muchos más problemas de los que debería arreglar.
Los hábitos del conductor
El tiempo del aceite no solo depende del tiempo o de los kilómetros que se recorran. El uso del coche también influye demasiado. Los trayectos cortos obligan a que se cambie el aceite con más ocurrencia, al igual que movilizarse por lugares cuyas temperaturas sean extremas. Si el coche tiene más de una década con el conductor se debe prestar más atención a estos detalles.
No se debe cambiar cualquier aceite
Este es otro aspecto en el que el fabricante es quien toma la decisión. Los aceites que más se usan hoy en día son los multigrados, ellos están indicados con un código que indica su viscosidad, ya sea en invierno o en verano: 5W30 o 15W40, siendo estos un ejemplo.
Cuando el aceite necesita rellenarse, no importa si se usa otra marca, pero es fundamental que las viscosidades no se mezclen. Si esto llega a pasar las propiedades del aceite que recomienda el fabricante se pierden totalmente, lo que da como consecuencia una mala lubricación.
Consecuencias directas
Los daños más grandes que se producen por no respetar los cambios de aceite y filtro son estos:
El desgaste prematuro del motor.
La rotura de los casquillos de biela, los cuales necesitan el aceite para que se disminuya al máximo el rozamiento.
Ruidos producidos por la falta de lubricación del motor, es decir, ruidos metálicos, de los taqués y de otras partes de metal.
Arques de levas, y este es un punto más grave en cuanto a los problemas relacionados al cambio de aceite.
El gripado o rotura del motor, este es el caso que menos queremos que se dé. Esto se debe a que las partes metálicas producen tanto roce entre sí que se terminan clavando, obstruyendo el movimiento.
Esta última avería no es cosa de bromas, ya que su reparación va entre los 1000 y 4000 euros. Cuando los vehículos son Diesel la precaución debe ser mucho mayor. Para estos casos, los despistes afectan también a los filtros de las partículas y a los catalizadores.
En efecto, el cuidado del aceite es una acción que se debe llevar con verdadera asiduidad y preocupación, ya que de no ser así el coche tendrá unas consecuencias catastróficas, consecuencias que a tal punto a veces parecen imposibles de pagar o resolver.
Pero tomando en cuenta estos consejos podrán tener el cuidado del aceite en perfecto estado. Consintiendo de esta manera al motor de su vehículo.