Pasar la ITV será algo más difícil a partir del próximo 2018. Y es que habrán cambios relacionados con las emisiones contaminantes y se pondrá el foco sobre los dispositivos destinados a reducirlas, además también hará hincapié en los sistemas de seguridad embarcados que son controlados de forma electrónica y que ya están presentes en todos los coches más actuales.
Qué cambiará con los nuevos controles para pasar la ITV
Este endurecimiento de los controles viene sobre todo a raíz del ‘Dieselgate’ y es que aunque se trata de algo que arrancó hace casi tres años con la directiva 2014/45/UE con las dudas que se ha despertado sobre las emisiones y el comportamiento de otros fabricantes también cuestionables esto se ha acelerado.
De este modo, el endurecimiento de los controles afectará a diferentes aspectos como el buen funcionamiento de los sistemas de seguridad bajo control electrónico, es decir, el correcto funcionamiento de partes como el programa de estabilidad, los airbags o los pretensores de los cinturones, sin ir más lejos, algo que hasta ahora no tenía tanta importancia.
No obstante, por el momento estas nuevas revisiones se encontrarían con un handicap. Y es que para que verdaderamente tenga sentido este nuevo tipo de ITV los fabricantes deben permitir el acceso a la centralita del vehículo y compartir información sobre esos sistemas.
Esto supondría un encarecimiento de las tasas por pasar la ITV en el caso de que haya que pagar por los datos de carácter electrónico.
Además se está avanzando en la necesidad de una sistematización de las inspecciones y en la incorporación de medios e información electrónica para su ejecución, así como en tecnologías de medición de emisiones contaminantes y de comprobación de los sistemas de diagnóstico a bordo de los vehículos que permitiera abaratar costes y hacer este tipo de procesos de manera más rápida y eficaz.