El filtro de combustible no es igual en los motores de dièsel que en los de gasolina. Sin embargo su función e importancia es la misma para el vehículo.
En ambos motores el filtro de combustible es fundamental para evitar que pequeñas y grandes partículas de impurezas atraviesen desde el combustible hasta llegar al sistema de inyección y ocasionen daño en el resto de los componentes del vehículo.
Si el filtro de combustible se obstruye o se daña y no cumple su función como barrera filtrante, se puede perder la presión y la potencia del vehículo, ocasionando daños graves en el motor. Por ello es importante realizar el mantenimiento de este elemento cuando sea necesario, evitando así un gasto mayor.
¿Cuando es necesario cambiar el filtro de combustible?
Las fallas por daños en el filtro de combustible pueden ser parecidas a las de otros elementos, por ello es conveniente dirigirse a un mecánico con experiencia que hacer un diagnóstico correcto.
Por lo general, si durante su recorrido el vehículo pierde fuerza o potencia momentánea (fallas eventuales) es posible que partículas de suciedad estén atravesando el filtro, por lo tanto este no está cumpliendo su función correctamente o también pudiese estar obstruido. Estas fallas de pérdida de potencia suelen presentarse en las marchas más largas o cuando se trata de superar otro vehiculo.
Lo recomendable es cambiar el filtro de combustible cuando ya ha tendido un recorrido de unos 30.000 a 60.000 kilómetros.
Este elemento no debe ser limpiado, lo recomendable es realizar el cambio cuando sea necesario, ya que con la limpieza no es posible retirar todas las impurezas que se van incrustando en el filtro con el paso del tiempo, lo que supondría un riesgo para el motor y el sistema de inyección completo, ocasionando a la larga un coste mucho mayor para el propietario.