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Los malos hábitos de manejo ponen a su automóvil bajo una presión innecesaria. Hemos querido reunir una lista de 10 cosas hábitos de conducción que están dañando secretamente tu coche, y es posible que ni siquiera te hayas cuenta de que lo estás haciendo. Te llevaremos a analizar ciertas acciones que se hacen manera inconsciente pero traen muchas complicaciones.
Malos hábitos de conducción
Frenos de arrastre
Arrastrar los frenos es una mala práctica que probablemente agregará un mayor desgaste en las pastillas y los discos de los frenos. Esto llevará a la necesidad de reemplazarlos con más frecuencia, lo que agregará un gasto innecesariamente mayor a su conducción.
Cuando viaje cuesta abajo, es mejor utilizar una marcha baja, aplicar un poco de frenado ligero y luego soltar el pedal para permitir que los frenos se enfríen. Aplique los frenos cuando sea necesario, antes de repetir el proceso hasta que haya llegado al pie de la colina.
Colocar la mano en la palanca de cambios
Es probable que su instructor de manejo le haya dicho que mantenga ambas manos en el volante en todo momento, pero muchos de nosotros desarrollamos malos hábitos tan pronto como las placas «L» se envían al contenedor. Uno de los malos hábitos de conducción puede incluir descansar la mano sobre la palanca de cambios. ¿Pero sabías que esto puede ser malo para la transmisión?
La palanca de cambios está conectada a una horquilla selectora, que está diseñada para hacer contacto con un collar giratorio durante un corto período de tiempo. Si apoya la mano sobre la palanca de cambios, corre el riesgo de aplicar presión a la horquilla selectora, lo que provoca un desgaste prematuro.
Algunos manuales del propietario aconsejan específicamente no apoyar la mano sobre la palanca de cambios, vale la pena revisar la suya para ver si ese es el caso.
No hacerle caso al Velocímetro
Muchos automóviles modernos cuentan con una luz indicadora de cambio de marcha, que le aconseja cuándo cambiar de marcha hacia arriba o hacia abajo. Estos tienden a establecerse para la economía, por lo que la mayoría de las veces no se desplazará para maximizar la eficiencia. Sin embargo, un mal hábito de conducción es no mantener un ojo en el icono de cambio descendente o estar preparado para cambiar cuando sea necesario.
Acelerar a bajas revoluciones, o en una marcha demasiado alta, significa que el motor está trabajando más arduamente, ejerciendo una presión innecesaria en el motor. Cambie hacia abajo y permita que aumenten las revoluciones antes de cambiar. Esto es particularmente importante cuando se transportan cargas pesadas o al subir colinas.
Sobrecargar su vehículo
Los automóviles modernos están diseñados para transportar cargas pesadas, pero eso no significa que no puedan sobrecargarse. El manual del propietario a menudo le indicará el peso máximo de carga de su automóvil, lo que le dará una indicación de la cantidad de equipaje que debe llevar en total, un ejercicio que suele ponerse a prueba cuando se desplaza de una casa o se va de vacaciones.
Cuanto mayor sea el peso, mayor será la tensión que se ejerce sobre los frenos, la suspensión y el tren motriz. También vale la pena señalar que, si bien no deja elementos innecesarios, como palos de golf o equipos de gimnasia en el maletero de su coche, no aumentará la tensión en las piezas, pero si afectará la economía de combustible de su automóvil y posiblemente la producción de emisiones.
Cambio de unidad a marcha atrás antes de detenerse
uno de los peores hábitos de conducción es cambiar de marcha atrás y viceversa. En un automóvil equipado con una caja de cambios automática es realmente malo para la transmisión. La caja automática está diseñada para cambiar de marcha, dejar los frenos para hacer la parada.
Cambiar el engranaje antes de detenerse causará desgaste en la banda de transmisión, en lugar de los discos de freno y las pastillas, que son elementos que se pueden reparar. Cualquier trabajo en la transmisión automática será laborioso y, por lo tanto, costoso.
Lo mismo se puede decir acerca de aplastar las marchas en un automóvil manual, por lo que es recomendable detenerse por completo antes de cambiar a marcha atrás (aunque la mayoría de los automóviles modernos no le permitirán cambiar sin detenerse).
Golpear baches y baches de velocidad
Los informes han encontrado que un tercio de todo el daño del vehículo se debe a los baches, por lo que es mejor evitar estos agujeros en la carretera. El impacto puede ocasionar que las ruedas se doblen, los bultos en el neumático y las aleaciones agrietadas, además de alterar el seguimiento y el balanceo de las ruedas.
Por supuesto, algunos baches son difíciles de detectar, especialmente en mojado o de noche, pero cuando sea posible, deben evitarse. De manera similar, conducir sobre un tope de velocidad sin disminuir la velocidad puede causar daños en la parte delantera y trasera del automóvil, la parte inferior y, potencialmente, el sistema de escape.
Descuidando las luces de advertencia
Los tableros modernos presentan más luces que las plazas en Navidad. Algunos, como el «líquido de la lavadora» o la «bombilla apagada», pueden ignorarse hasta que tenga la oportunidad de detenerse. Pero otros necesitan ser investigados lo antes posible.
Vale la pena consultar el manual del propietario para averiguar qué significan las luces de advertencia en su tablero y familiarizarse con las más serias para que sepa cuáles detenerse y atender de inmediato al conducir.
Si aparecen las siguientes advertencias en el tablero, se recomienda que se detenga y busque ayuda de su proveedor de servicio de avería o de un taller local acreditado:
Revolucionar el motor cuando hace frío
Algunas personas pueden decirle que hacer viajes cortos regulares es terrible para su automóvil porque el aceite del motor nunca se calienta por completo. En realidad, todos los vehículos comienzan con frío, por lo que lo más importante es evitar acelerar el motor hasta que se caliente.
Esto le da al aceite el tiempo para calentarse y circular alrededor del motor, evitando posibles daños y un desgaste indebido. Elimina de tu vida los malos hábitos de conducción.
