Aunque ante fuertes temporales es algo necesario lo cierto es que la sal de las carreteras puede llegar a destrozar el coche. A continuación te dejamos todo lo que debes saber al respecto para evitar que la sal destroce tu coche.
Pues bien para ello lo primero que debes tener en cuenta es usar una pistola a presión como las que puedes encontrar en las gasolineras para limpiar con más fuerza así los bajos. Así la sal que podría haber quedado incrustada, se deshace y desaparece del vehículo.
También hay que tener muy presente en este sentido el interior de los pasos de rueda, los neumáticos, y, en general, las piezas visibles en el coche.
Si vemos que aún quedan restos de sal en los bajos tras realizar el lavado a presión, habrá que limpiar los elementos afectados a mano. Para ello lo mejor será usar agua templada, jabón y un estropajo para evitar así que se raye el metal.
Para ello es importante que te metas debajo del coche y en el caso de que no tengas espacio para ello usar un gato hidraúlico para colocarlo sobre unos soportes metálicos que te permitan levantar el coche y hacer el pertinente proceso.
En el caso de que la sal haya originado la aparición de manchas en la carrocería, no habría que frotarla con fuerza para quitarla porque se podría rayar la pintura. Lo que hay que hacer es emplear una gamuza suave, además de agua y jabón.
Si vemos que aún así no desaparece coge un disolvente para carrocería. Si aún haciendo todo esto no se va, habrá que aplicar en esa zona un pulimento poco abrasivo.
Con estos consejos evitarás que la sal se acumule en los bajos de la carrocería con el fuerte poder corrosivo que viene asociada a la misma. Y es que si no lo quitamos rápidamente se puede dañar la chapa.