Recién cumplidos sus 60 años, la DGT ha visto cómo ha evolucionado el concepto de tráfico al de movilidad. Una semana después de declaras que »las aceras son para peatones» y prometer la prohibición de los patinetes y bicicletas para aparcar en ellas,el director de la Dirección General de Tráfico ha aprovechado para mostrar su visión sobre el coche eléctrico. Unas declaraciones bastantes contundentes,expresando un tono bastante derrotista en relación a la electromovilidad en España, que se basan principalmente en lo relacionado con la infraestructura de carga. Alude que »cometimos el error de vender un producto con un precio carísimo y apenas sin sitios para enchufarlo, nos equivocamos todos» – ha explicado. Ya que a pesar de que la mayoría de fabricantes apuestan bastante por el coche eléctrico, no se espera que la oferta sea suficientemente amplia hasta finales de este década. Considera que se venden vehículos para los que hay muy pocos enchufes, y esto está ligado a que debería convertirse en una prioridad del Gobierno, ya que debería crear una infraestructura «adecuada», ya que »sin infraestructura de carga no hay coche eléctrico».
Por lo que se valoraron las barreras existentes para que esta tecnología se haga posible actualmente. En primer lugar, en contexto económico: »hay que resolver el tema de la precariedad para poder decir a la gente que compre un coche nuevo y además eléctrico». La falta de infraestructuras de carga mencionadas anteriormente, que no son un prioridad para el Gobierno. Por otro lado, haciendo incapié en que esas infraestructuras serían mucho más difíciles en la ciudad ya que debido a los limitados parkings sería difícil enchufarlo ya que en España el 70% de los coches particulares duermen en la calle. En cambio, quien vive fuera de la ciudad tiene más facilidades para enchufarlo. En cuanto a los precios, el director de la DGT cree que antes de incitar a la gente a que compre «un coche nuevo y además eléctrico», se debe resolver primero lo que él describe como «el tema de la precariedad», aludiendo a los bajos salarios.
No obstante, el año pasado se comercializaron 13.882 vehículos eléctricos en España, según datos de ANFAC (la patronal de fabricantes españoles), lo que supuso un incremento del 61 % en comparación a 2017.Aunque hay que destacar que los coches eléctricos con más autonomía son inaccesibles para una gran mayoría de consumidores.
Respecto al futuro ha pronosticado que lo que llegará serán desplazamientos a pie por el envejecimiento de la población. Por esto, la tendencia será dejar la acera limpia de obstáculos para poder caminar.