Aunque no lo creas el color afecta a la eficacia de los coches alternivos. Según un estudio publicado PPG (empresa dedicada a la fabricación y venta de pinturas) concluye que el color de la carrocería afecta al correcto funcionamiento de los coches autónomos. Pero ojo, no se refiere al color que hayan elegido para el coche que circula sin conductor, sino al de los vehículos que lo rodean.
Al parecer, los vehículos pintados en negro y gris absorben mucha más luz que los blancos y esto interfiere en la forma en la que las señales infrarrojas emitidas por los sensores de los coches autónomos son devueltas. Mala noticia, teniendo en cuenta que negro y gris están entre los colores de coches que más se venden en España.
Los vehículos que visten colores oscuros son menos visibles para los coches autónomos, lo que plantea un problema en términos de seguridad vial y popularización de esta tecnología. La empresa ha desarrollado una pintura que hace visibles los coches a los ojos de los vehículos autónomos. Ello es posible incorporando una capa específica en el acabado que permite reflejar las señales de los señores antes de que sean absorbidas a nivel más profundo.
PPG ha presentado su novedosa pintura en el Salón de Detroit, donde además ha dado a conocer otros avances como una capa especial de pintura que recubre las baterías de los coches eléctricos y ayuda a mantener su temperatura. También ha adelantado que trabaja en recubrimientos para otros de los desafíos a los que se enfrentan los vehículos autónomos, como mantener sus sensores y cámaras libres de nieve, hielo y suciedad.