El aceite del coche es una de las cosas más importantes que debemos tener en cuenta. El aceite del motor es el líquido que mantiene refrigeradas todas las piezas móviles que intervienen en el proceso de combustión y funcionamiento del motor del coche.
Para qué sirve el aceite del coche
En el caso de que la cantidad de aceite sea insuficiente para el motor, el bloque se fundiría lamentablemente a los pocos segundos, dadas las altas temperaturas de funcionamiento y a los altos niveles de fricción entre piezas que se producirían. El aceite es quien mantiene el motor con vida y en un rango de temperaturas óptimo para su funcionamiento.
Por ello se torna tan importante realizar un buen mantenimiento y también conviene comprobar periódicamente el nivel de aceite en el motor. Esto es importante, igual que lo es elegir el mejor aceite posible para nuestro motor, pues a mayor calidad, mejor rendimiento. En el caso del aceite esto sí que lo debemos tener en cuenta.
Si te preguntas cuál es el ciclo del aceite, el que hace en el motor, debes saber que es un líquido que se reparte por todas las piezas para lubricarlas, minimizando así los rozamientos que se producen en todas las partes del motor, y a la vez para refrigerarlas.
De este modo, el aceite inicia su recorrido en la parte inferior del bloque del motor, y gracias a la bomba de aceite es transportado allá donde se requiere su presencia. En realidad podemos decir que el aceite se reparte por cualquier recoveco del motor, así que su viaje es completo. En el momento de rellenar el aceite, lo que sucede es que se deposita en el fondo del bloque, y cuando damos contacto y se enciende el motor, inmediatamente pasa a ser rociado por todas partes para conseguir un buen funcionamiento.
Tipos de aceite y sus diferencias
Cuando vamos a comprar un aceite para el coche tenemos que darnos cuenta, por ejemplo, en uno de los datos que figuran en el envase del aceite y que sirve para clasificar el sistema por estándares de procedencia del líquido en cuestión.
Por un lado encontramos, el API, que se corresponde con el Instituto Americano del Petróleo, y por otro el SAE, que se corresponde con la Sociedad de Ingenieros Automotores y es el más extendido en Europa así que es probable que veáis este con mayor frecuencia.
Los aceites de tipo API, encontramos dos letras que nos indican para qué ha sido creado el aceite; la primera es la letra S para motores gasolina o C para los diésel. Por lo que respecta a la segunda letra decir que se encarga de especificar la calidad del aceite, subiendo de nivel por orden alfabético alcanzando los valores más altos SN en gasolina y CJ-4 en diésel.
En cuanto a los tipos de aceite con etiquetado SAE decir que este valor es el encargado de marcar el grado de viscosidad del aceite, es decir, la capacidad de estabilidad que presenta frente a los cambios de temperatura. Dentro de este apartado veremos que encontramos aceites que se dividen en las siguientes opciones.
- Aceites monogrado: Son los aceites que sólo tienen un único grado de viscosidad: 0, 5, 10, 15, 20, 25, 30, 40, 50 ó 60.
- Aceites multigrado. Son los tipos de aceite cuyos componentes permiten que se haga más denso en verano y más fluido en invierno. Para saber cuál puede ser el más adecuado para nuestro vehículo hay que fijarse en el primer número, el que va junto a la W de Winter, ya que si es más bajo será un aceite más adecuado será para el frío, mientras que si es más elevado el segundo, más propio para climas calurosos.
De este modo, tendréis que tener en cuenta que un aceite 15w-40 aguantará como un monogrado 15 el frío y como uno de 40 el calor; lo que abarcaría una horquilla de temperatura de -20º a unos 150º.
Tipos de aceite en función de su fabricación
Aceites convencionales: Son los aceites que conocemos como aceites minerales. Se caracterizan por ser más económicos y proceden de la destilación directa del petróleo.
Aceites sintéticos. Este tipo de aceite está realizado en laboratorios lo que hace que tenga unas propiedades más precisas, menos volátiles y más apropiados para temperaturas extremas. No obstante, por ejemplo este tipo de aceites no son recomendables en el caso de los vehículos viejos que ya tienen muchos kilómetros a sus espaldas o de una antigüedad elevada.
Aceites híbridos. Este tipo de aceites lo que hacen es mezclar las bases de los minerales y los sintéticos, generando un producto con propiedades intermedias.
Cuándo cambiar el aceite del coche
Para saber cuándo debes cambiar el aceite de tu coche es fundamental que tengas en cuenta los periodos de cambio que marca el fabricante de tu vehículo, algo que encontrarás en el libro de mantenimiento del coche en cuestión.
Se trata de una serie de recomendaciones que desde el propio fabricante te dan en función de la clasificación de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), en la de American Petroleum Institute (API) o en ambas.
Por ejemplo, las recomendaciones de cambio de aceite que se encuentran en la clasificación ACEA se diferencia con una A la gasolina y con una B el diésel, seguidos de un número que indica la calidad del aceite y que tiene como base que a mayor número más calidad, mientras que en la clasificación API usan la letra S para la gasolina y la C el diésel, seguidas de otra letra más. La A sería la peor calidad y según avancen las letras aumenta la calidad.
En cualquier caso estos periodos es recomendable acortarlos si realizas al motor del vehículo muchos arranques en frío con recorridos cortos. Esto es así porque entonces el motor no llega a coger la temperatura que buscas.
En el caso de que estés usando un aceite mineral, lo mejor será que lo cambies al menos una vez al año aunque no llegues al kilometraje estipulado para ello.
Si usas un aceite sintético, no pases de dos años y cámbialo si ya ha transcurrido este tipo. Actualmente es frecuente encontrar motores que anuncian intervalos de cambio entre 20.000 y 30.000 km, o marcas que ofrecen un sistema de diagnóstico que calcula la duración del aceite según las condiciones de utilización del vehículo, pero lo cierto es que estos intervalos de tiempo son los más adecuados.
Recuerda que para cambiarlo no tendrás, necesariamente que esperar a llevar el coche a la siguiente revisión, y si no tienes indicador de nivel en el cuadro de la instrumentación, compruébalo al menos cada 1.000 km. En el caso de que te toque añadir algo de aceite ten en cuenta no sobrepasar la marca del máximo, y en la medida de lo posible, utilizar aceites de similares características, aunque si el nivel está bajo y no tienes otro a mano, puedes mezclarlos.