76 % de los compradores de vehículos en España en el año 2017 apostaron por el diésel. Si hay un canal en el que él diésel todavía preserva su fortaleza, es el de los vehículos de flotas. El 76 % de las ventas de flotas en España en 2017 se correspondió a modelos diésel.
El diésel en España y el cambio de ciclo
Esta cifra resalta como una de las principales lecturas que dejaron las matriculaciones de turismos del año 2017 es la caída destacada de las motorizaciones diésel frente a las de gasolina. La brecha que existe entre ambos carburantes se redujo el año pasado en 15,1 puntos porcentuales. Mientras que a cierre del año 2015 el 56,8 % de los coches que se vendían en nuestro país eran diésel, a finales del último ejercicio representaron el 48,3 % por el 46,6% de los de gasolina.
Según la lectura que hacen los expertos, todo apunta a que el diésel irá disminuyendo progresivamente su tasa de mercado, ya que somos el país de la UE que más ha bajado su tasa de exposición al diésel. El 66 % de los coches eléctricos vendidos en el año 2017 vino por nuestro canal, pero todavía hay que plantearse la idoneidad de los vehículos enchufables en lo que se refiere al acceso de las instalaciones o a la autonomía de carga. Para alguien con un kilometraje bajo, y no por vías rápidas, quizás sean la opción adecuada.
El dièsel se encuentra actualmente entre una de las mayores incertidumbres para los fabricantes y propietarios de vehículos. A pesar de que son los vehículos de dièsel son muy eficientes, existen nuevos dispositivos que son capaces de medir las emisiones de gases que estos producen, por los que se han presentado nuevas restricciones para los vehículos con este tipo de motor en algunas de las más grandes ciudades, lo que pone en duda el futuro de dicho carburante.
Queda claro que estamos ante un cambio de ciclo, ya que la contaminación es una de las tres primeras preocupaciones de los ciudadanos en España y a nivel mundial. Teniendo en cuenta que en el año 2030, las ciudades deben reducir a la mitad los vehículos que utilicen gasolina o diésel. Mientras que para el año 2050 este tipo de vehículos deberían desaparecer.
No obstante, hay que tener en cuenta que en el año 2016 se dieron de alta 8.000 patentes en el sector de la automoción, el 40% vinculadas a la reducción de emisiones. En Londres, donde hay restricciones de circulación por matrículas pares e impares, los niveles de NO2 se han mantenido estables o incluso han crecido. Hay que fiscalizar otros emisores como las calefacciones, que no tienen precisamente filtros de partículas.
Se dice que el año 2017 puede ser el último año en el que se venderá en España la mayor cantidad de vehículos de turismos y de todoterrenos equipados con motores dièsel. Si para el año 2016, los vehículos con este carburante alcanzaron un 56,8%, para el año 2017 descenderán hasta un 48,8%, mientras que por otro lado los vehículos con motores de gasolina aumentaron su ventas de 40,2 % a un 45,8%.
La desaparición del dièsel
Existen numerosas razones por las que él dièsel ha tenido tanta caída en el mercado, principalmente es por ser considerado una de las principales causas de la contaminación en las diferentes ciudades de España. Sin embargo, mientras que la gasolina sigue siendo el primer carburante utilizado para los coches pequeños, el dièsel no ha dejado de ser el combustible por elección para los vehículos de flota. La razón principal es que el dièsel es un combustible considerado mucho más “eficiente” para el trabajo que la gasolina. A pesar de que su coste puede ser un poco mayor, ofrece más potencia y energía.
Por lo que su desaparición definitiva será un proceso de larga duración, en el que se presentaran numerosos cambios en el sector de los automóviles. El cual tienen como principal objetivo, disminuir en lo posible las emisiones de gases contaminantes en el mundo.
En países como Francia y el Reino Unido se juegan por que en el año 2040 el dièsel y la gasolina hayan desaparecido. Pero en un plazo más corto es difícil que el dièsel desaparezca rápidamente, posiblemente sea más fácil en los vehículos de pequeño tamaño, pero en los vehículos de flota, que presentan mayor trabajo, el proceso será mucho más largo.
El esfuerzo de las diferentes empresas de vehículos de flota, en disminuir la utilización del dièsel no se detiene, es un trabajo continuo que poco a poco dará el resultado esperado en España.
Coches híbridos y eléctricos
Por otro lado esta caída en la utilización del dièsel en los coches de pequeño tamaño, beneficia la tendencia en la producción de coches híbridos, los cuales tienen cada vez mayor cantidad de ventas, aproximadamente un 58,664 vehículos, lo que se traduce en un aumento de 80 %.
Mientras que la venta de vehículos eléctricos también ha crecido significativamente, superando un total de 4.300 vehículos, a pesar de que en el mercado se sigue situando en la misma posición, con un total de 0,35 %. Sin embargo los planes del gobierno en disminuir la contaminación ambiental van en crecimiento, por lo que el ministerio de Energía ha impulsado planes que fomenten el crecimiento de los vehículos que trabajan con electricidad, con gas licuado y los híbridos que se enchufan.
Este es un trabajo progresivo, ya que no es fácil la producción de este tipo de vehículos. Así como tampoco es sencillo que las personas se acostumbren al cambio y a las diferentes normativas, que esto implica.