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A la hora de conducir y comprender cómo funciona un coche, hay muchos aspectos que debemos tener en cuenta. Uno de ellos, que seguro no te suena tan ajeno, es el número de RPM, es decir, revoluciones por minuto. Este factor es clave para comprender cómo funciona el motor del coche y, por eso, en Audioledcar vamos a explicarte qué son las RPM y cómo conducir un coche eficientemente en base a ellas.
¿Qué son las RPM del motor de un coche?
Las RPM, o revoluciones por minuto de un coche, son la unidad que se utiliza para medir la frecuencia o velocidad angular y que indican el número de vueltas que realiza el cigüeñal por minuto. No obstante, también hacen referencia a las subidas y bajadas de los cilindros del motor. Hay que tener en cuenta que las RPM se miden en millares, por lo que, si la aguja del tacómetro (o proyector display) se expresa en unidades, debes multiplicarlas por mil.
Además, estas tienen una influencia directa en el rendimiento del motor, así que para conducir un coche de manera eficiente hay que tenerlas muy en cuenta. Estas afectan no solo al consumo de combustible, sino también a la respuesta del coche, que será distinta en el caso de un coche con un motor gasolina y un coche con motor diésel.
¿En cuántas RPM se debe mantener el motor?
Ante esta cuestión, lo cierto es que no hay una única respuesta. Debemos conocer las características del motor, puesto que, como hemos dicho, las necesidades de un diésel o un gasolina son distintas. Eso sí, circular a bajas revoluciones puede resultar perjudicial para tu automóvil, pero existen pequeños matices al respecto.
En el caso de un coche con motor diésel, las RPM oscilarán entre 1.500 y 3.000, así como las de un coche con motor gasolina estarán entre las 2.000 y 3.500 revoluciones, como norma general. Aunque, como ya hemos dicho, este rango puede variar en base a la mecánica de cada vehículo.
¿Cómo afectan las RPM al cambio de marchas?
Las RPM también son un factor clave a la hora de realizar el cambio de marchas de un coche. Hacerlo en el momento adecuado puede favorecer la mecánica del coche y, por tanto, consumir menos combustible e, incluso, evitar posibles futuras averías derivadas de una mala gestión en la conducción.
En algunos coches, sobre todo en los modernos, ya se incluye un indicador que te muestra cuándo debes cambiar de marcha, pero si no es así, las RPM pueden darte la pista que necesitas para hacerlo. En un coche con motor gasolina, el cambio de marcha se debe realizar entre las 2.000 y 2.500 revoluciones por minuto y, en el caso de los coches con motor diésel, entre las 1.500 y las 2.000.
Sin embargo, hay ocasiones en las que subir las revoluciones puede ser bueno para ganar algo de fuerza y velocidad, así como limpiar la carbonilla del motor. Un adelantamiento o conducción en pendiente pueden ser dos ejemplos de este supuesto.
Ahora que ya conoces qué son las RPM y cómo conducir un coche eficientemente en base a estas, no dudes en hacerles caso si quieres ahorrar combustible y prolongar la vida de tu vehículo lo máximo posible.
