Si recientemente has cambiado de un coche diésel a uno gasolina, es probable que tu forma de conducirlos sea la misma, pero lo cierto es que cada uno tiene sus necesidades específicas. Y, aunque no existen grandes diferencias entre ambos, los motores son distintos, por lo que saber cómo conducir un coche de gasolina de manera eficiente puede alargar su vida útil. Por eso, hoy, en el blog de AudioLedCar, te contamos todo lo que necesitas saber.
Cómo arrancar el coche
A la hora de arrancar el vehículo, lo principal que debemos tener en cuenta es que no debe pisarse el acelerador. Lo único que tenemos que hacer es pisar el embrague si hay alguna marcha metida o si no conseguimos arrancar el coche a la primera. Lo que hará esto será desacoplarnos de la caja de cambios y, así, el motor hará menos esfuerzo y se pondrá en marcha con más facilidad.
Además, con un coche de gasolina puedes iniciar la marcha nada más arrancar el motor, mientras que en los coches diésel es necesario esperar unos segundos hasta que el motor se encuentre lubricado.
Cómo cambiar de marchas
El cambio de marchas es una de las cosas más importantes en la conducción manual, y es por eso que debemos tener en cuenta cómo se hace correctamente. En el caso de los coches gasolina, se recomienda el cambio entre las 2.000 y 2.500 rpm. Asimismo, es importante que la primera marcha solo se utilice para iniciar la circulación, cambiando a segunda en los primeros segundos o metros.
Sin embargo, otra forma de optimizar el cambio de marchas es teniendo como referencia la velocidad. Es decir, si queremos cambiar a tercera, lo mejor es hacerlo una vez hayamos alcanzado los 30 km/h, la cuarta a los 50 km/h y la quinta a los 80 km/h.
Cómo conducir el coche
Ahora que tenemos los conceptos básicos claros, es hora de pasar a saber cómo conducir un coche de gasolina de manera eficiente. Para ello, debemos tener en cuenta en qué circunstancias debemos realizar la conducción.
Uno de los mayores problemas que presentan los coches gasolina es adaptarse a su conducción, debido a que estos se calan con mucha más frecuencia que los coches diésel. Esto se debe a que los coches diésel, soltando un poco el embrague, inician el movimiento fácilmente, mientras que los coches de gasolina necesitan arrancar la circulación pisando el acelerador.
También es importante que, en el caso de los coches gasolina, la velocidad se mantenga lo más constante posible. Esto quiere decir que, en la medida de lo posible, se eviten frenazos, aceleraciones y cambios de marcha innecesarios para no solo alargar su vida útil, sino también para un menor consumo de combustible.
Ahora que ya conoces los entresijos de la conducción de los coches de gasolina, no olvides poner todos estos consejos en práctica. En AudioLedCar, podrás encontrar todos los accesorios que necesitas para tu vehículo y, así, no solo hacer más cómoda su conducción, sino también mejorar su aspecto.