El Mercedes GLC ha multiplicado por 10 sus ventas al renombrar el antiguo GLK, Mercedes GLC. 

La marca alemana decidió hacerle algunos ajustes a su modelo Mercedes GLC, que gozaba de una estética poco atractiva, incluyendo el cambio del nombre del vehículo.

Mercedes apostó desde hace años por su modelo GLK, que era Premium, técnicamente bueno y bien equipado, pero la estética del coche es lo que primero le entra por los ojos a un cliente, y en este aspecto no destacaba especialmente. Fue esta la razón por la cual el GLK no llegó a triunfar en ninguno de los mercados internacionales -tampoco lo hizo en España-. Pero solo con cambiar el nombro por GLC y hacer algunos ajustes al coche, las ventas se han multiplicado por diez en tan solo dos años.

La gama GLC, de todas formas, presenta un motor un tanto anticuado para el resto de alternativas automovilísticas del momento, pero sí que es cierto que el funcionamiento del vehículo es bueno, que es bastante elástico y que sube de vueltas con contundencia casi desde el ralentí. Lo que más destaca del GLC es, de todas formas, que permite unos consumos ajustados con un valor homologado de cinco litros, una cifra increíble para un modelo tan grande y pesado como este.

La velocidad que ofrece y su mejoría en el cambio de marchas, con el nuevo automático de nueve velocidades, aseguran una conducción confortable y suave pero que proporciona un buen empuje cuando queremos conducir a mayor velocidad. También se ha cuidado especialmente el interior del coche; ahora cuenta con unas plazas traseras más amplias que las del antiguo modelo y el maletero ha sido ampliado.

La terminación está muy cuidada -marca de la casa- y los registros de ventas están sorprendiendo a todos. Mercedes Benz se ha rejuvenecido y ha sabido adaptarse al gusto de sus clientes, y ellos -al igual que nosotros- lo notan.

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