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Un pequeño chivato, amarillo o rojo y con forma de motor indica que algo no funciona adecuadamente en nuestro coche. El testigo permanecerá encendido al hacer el primer contacto con la llave previo a arrancar, y desaparecerá cuando pongamos el coche en marcha. Si el testigo se enciende mientras conducimos, debemos llevar el vehículo al taller para que sea revisado y se detecte cuál es el origen. Si quieres conocer más sobre el testigo “fallo de motor”, por qué aparece y qué puede significar, hoy en Audioledcar te lo contamos con todo detalle.
Un testigo para distintas averías
El coche es una máquina que con el paso de los años y los avances en el campo automovilístico se ha vuelto más compleja. Debido a que los procesos se han informatizado, las pantallas de los coches más modernos podrían indicarnos exactamente qué fallo detecta el coche. Sin embargo, los coches usan su propio lenguaje, escueto para el usuario, pero que el mecánico, gracias a las maquinas de diagnosis conectadas a la centralita del coche, puede descifrar y solucionar.
Depende del fabricante del vehículo, puedes conocer la gravedad de la avería por un simple código de colores: los testigos amarillos indican gravedad media, y los rojos alta.
¿Qué nos indica el testigo?
Aunque pueden existir otros motivos, los más frecuentes son los siguientes:
- El motor no funciona de forma correcta en general, ya sea debido a un consumo exagerado del carburante, exceso de humos o una temperatura anormal.
- La bomba de combustible es defectuosa o los inyectores fallan, están sucios o en mal estado, lo que hace que el coche pierda potencia o de tirones al acelerar.
- La causa de la avería es del dispositivo de sobrealimentación. El sistema no funciona como debería por haberse dañado alguna de sus partes, o también puede indicarnos que el coche no se refrigera correctamente.
- Fallo en el sistema eléctrico. Puede que los cables, conexiones y bujías generen algún error registrado por la centralita que afecten a otros componentes del motor.
- Calentadores defectuosos en los motores diésel.
- El motor no gira bien, debido a desajustes en el cigüeñal o los arboles de levas, provocando ruido y vibraciones.
- Fallo en la sonda lambda, sensor que mide los gases en el escape y dosifica la cantidad de carburante necesaria para la combustión.
¿Qué hacer?
Si detectas que el fallo de motor se ha encendido durante la conducción, que no cunda el pánico, lo más importante es saber si hablamos de un fallo grave (testigo rojo), que nos obligará a parar el coche o un fallo leve (testigo amarillo) que nos da un margen.
Sea como sea, si tienes que parar el vehículo, no lo hagas en mitad de la autovía o por una carretera de difícil acceso, piensa que el siguiente paso es llamar a la grúa, y cuanto más le facilites el trabajo, antes llegará el coche al taller.
En conclusión, ante el testigo “fallo de motor”, ten en cuenta que aparece por múltiples factores. Por ello, es primordial conocer la importancia de la avería para saber cómo de prioritario es pasar por el taller.
