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El sistema de iluminación de nuestros coches es un indiscutible elemento de seguridad. Desde el principio de los tiempos los coches ya contaban con faros. Actualmente, la iluminación del coche es uno de los campos en los que más se ha avanzado en los últimos 15 años, precisamente con la intención de aumentar la seguridad al volante. Hoy, en el blog de Audioledcar, te contamos cómo ha sido la evolución de la iluminación de los coches hasta llegar a los LEDS.
Las primeras luces de coches (1880)
Los primeros sistemas de iluminación de los coches funcionaban a base de carburo o petróleo. En un primer momento, puede que llegues a pensar que esto es así por el coste de las bombillas o la falta de instalación de eléctrica. Lo cierto que es que la verdadera razón eran las vibraciones del propio coche. Piensa que, por aquel entonces, no existían calzadas bien pavimentadas como las que tenemos hoy en día. Además, el sistema de amortiguación tampoco estaba tan avanzado y esto hacía que los pequeños filamentos de las bombillas no aguantasen el traqueteo del coche y se rompiesen con facilidad.
Dicho lo cual, los primeros faros se hacían con una especie de faroles que podían ser de aceite o petróleo. Este tipo de faroles, más que para ver, eran para hacerse ver. Aunque lo cierto es que las velocidades que podían llegar a alcanzar estos coches no eran tan altas como para no verlos a unos pocos metros por delante.
Las primeras luces eléctricas (1915)
Para ser del todo precisos, en 1898 se presenta el primer coche con faros eléctricos en el Columbia Electric Car. Sin embargo, estos coches iluminaban muy poco el camino y no tenían la capacidad de aguante para que la bombilla no se rompiese con las vibraciones del asfalto. Fue en 1908 cuando la empresa americana Peerles estandarizó los coches equipados con luces eléctricas, aunque Cadillac alcanzaría mayor fama en 1912.
Con el tiempo, la calidad de los filamentos de las bombillas de los coches fue mejorando y el sistema eléctrico acabó desterrando por completo los antiguos faroles de aceite y de petróleo. El sistema de iluminación fue mejorando y aumentando tanto la durabilidad como la capacidad de iluminación. Y así seguirá siendo hasta que, 30 años después, aparecerán las primeras lámparas alógenas.
Lámparas alógenas y faros direccionales (1965)
Siguiendo con la evolución de la iluminación en los coches, en 1965 la famosa compañía General Electric presentaba un gran avance en materia de iluminación, las bombillas alógenas. Estas bombillas, en lugar de encerrar el filamento de la lámpara en una ampolla al vacío, lo que se hacía era añadir un gas alógeno y de esta forma se descubrió que el filamento aguantaba mucha más temperatura sin llegar a fundirse. En consecuencia, a mayor temperatura, más iluminaban este tipo de bombillas. Las bombillas alógenas aumentaron más de 50% la iluminación de los coches. Su uso en el automóvil no se generalizó hasta mediados de los años setenta.
Por otra parte, se empezaban a fabricar los primeros faros direccionales. Estos se popularizaron especialmente con el Citroën DS/ID de 1968 en los años sesenta y, posteriormente, con el Citroën SM de 1970. Este último, el SM fue el primero en juntar ambos avances, luces alógenas y faros direccionales.
La superficie compleja y los faros elipsoidales (1985)
Ya con la estandarización de las lámparas alógenas, los siguientes avances en la evolución de la iluminación de los coches, se centraron en el rediseño de la superficie. En ese momento, los faros convencionales se enfrentaban principalmente a dos limitaciones. Por un lado, los faros eran de cristal, que tenían que ser especialmente tallados y ser muy gruesos. Por lo tanto, había un problema de peso. Por otra parte, para evitar deslumbramientos, la bombilla debía estar tapada.
¿Cómo lo solucionaron? Una de las soluciones fueron los faros elipsoidales que actuaban como una especie de lupa, concentrando los haces de luz en un reflector convencional. Pero el cristal seguía siendo muy grueso. La segunda solución fueron los faros de superficie compleja, que consiguieron hacerse con cristales completamente lisos, que absorben mucha menos luz y le darían mayor aerodinamismo al coche.
Estos son los primeros años de evolución de la iluminación de los cohes hasta llegar a las bombillas LED. ¿Te has quedado con ganas de más? La semana que viene te contamos cómo ha seguido evolucionando en la parte dos. Mientras tanto, si necesitas cualquier tipo de iluminación para tu coche ya sea del tipo alógena, xenon o led, la encontrarás en Audioledcar.
