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En los coches manuales, saber cuánto dura el embrague suele ser una de las mayores preocupaciones de los conductores. El embrague es uno de los elementos del vehículo que está sometido a un mayor desgaste y muchas veces no se es consciente de su importancia hasta que no se comprende el funcionamiento del embrague a la perfección. Aún así, a pesar de que es una de las preguntas respecto al vehículo manual que todos nos hacemos, no hay una respuesta concreta ya que no hay un periodo temporal definido.
En la actualidad, tenemos el conducir tan automatizado que nunca nos preguntamos realmente por el funcionamiento de los elementos que lo componen.
Normalmente todos sabemos para qué se utiliza el embrague. Ya que se trata de un elemento mecánico que transmite la potencia del motor a la propia caja de cambios del vehículo y permite que, de forma manual, se pueda separar o unir el giro del motor del coche a la transmisión, liberando así el movimiento hacia las ruedas motrices si en ese momento hay una marcha engranada.
En la duración de la vida del embrague principalmente influyen el fabricante y la calidad del embrague, así como el uso y tipo de conducción que tenga cada persona. Normalmente, como media y con todo correcto, cada embrague suele soportar aproximadamente hasta unos 300.000 kilómetros, por el contrario el tiempo de vida del embrague apenas durará unos 100.000 kilómetros. Por lo que tienen una gran importancia la serie de factores y el uso que se haga del embrague el propio conductor del vehículo. Para poder alargar la vida de este embrague es muy importante, entre otras cosas, pisar el embrague al mismo tiempo que el acelerador. Es muy importante hacer un buen uso de este elemento tan importante, ya que podemos provocar que apenas dure unos 5.000km.
Como mínimo el precio de esta sustitución en el caso de los vehículos más sencillos suele rondar los 800€. Por otro lado, esta cifra sube hasta rondar los 1.100€ si hablamos de un familiar, y llega hasta los 1.700€ si hablamos de berlinas o Suv medios.Y, finalmente, supera los 2.000€ los conductores de modelos especialmente potentes. Eso sí, a estas tarifas habrá que añadir un sobrecoste que rondará los 300 o 400 euros si el coche posee un embrague bimasa, esto es, con dos volantes de inercia en lugar de uno. El volante bimasa hace referencia a un tipo de volante motor. Si bien, este sistema trabaja para ofrecer mayor confort en motores de alto par motor. Este elemento es capaz de absorber más vibraciones gracias a las partes móviles de su sistema. Los discos de embrague tradicionales son incapaces de absorber todas estas vibraciones, haciendo menos viables las motorizaciones modernas.
Por eso, a pesar de que nadie puede aportar una definición concreta a su duración, sí que se pueden asegurar una serie de factores. Por ejemplo, realizando un buen uso del embrague se reduce la posibilidad de un desgaste acelerado. También dependerá del tipo de conductor, si lo trata con suavidad o si es brusco «rascando» en el cambio de marchas. Además si se realizan más kilómetros en ciudad o en carretera pueden ser otros factores fundamentales de cara a su periodo de utilidad.
