Trucos para una conducción eficiente te dejamos una serie de medidas y pautas muy sencillas y fáciles de entender que pueden ayudar, y mucho, a cualquier conductor.
Trucos para una conducción eficiente
- Arranca sin acelerar e iniciando la marcha inmediatamente después.
- En una parada que estimes de un minuto o más, es mejor que apagues el motor… si no tiene tu coche un moderno sistema Start/Stop, claro. Mantenerlo al ralentí aumenta más el consumo.
- La primera marcha sólo debes usarla para iniciar el movimiento; lo antes posible, en dos o tres segundos como máximo, conviene que pases ya rápido a la siguiente velocidad.
- En los coches de gasolina, lo mejor es que cambies de marcha antes de 2.500 rpm. En los vehículos Diesel, más pronto: antes incluso de alcanzar las 2.000 vueltas.
- Una velocidad constante siempre ahorra: frenar es “matar” un movimiento conseguido con energía.
- En las bajadas, si no aceleramos y es el motor el que “sostiene” la velocidad del coche, no hay gasto: lo estarán moviendo las ruedas a las que está ligado a través del cambio.
- Una presión en las ruedas inferior a 0,3 bares a la recomendada oficialmente por el fabricante, supone hasta un 3 por ciento más de combustible. Así que ya sabes, vigila constantemente la presión de las ruedas.
- 100 kilos de carga innecesaria en el coche suponen, en un vehículo de gama media, nada menos que un 7 por ciento más de carburante. Mira bien por el habitáculo y el maletero, y despréndete de lo que no usas habitualmente o no es necesario llevar en tu día a día.
- Cuando no sean necesarios, elementos externos como las bacas o arcones de techo, mejor en el garaje, porque también perjudican la aerodinámica y añaden además más peso. Tras las vacaciones, retíralos lo antes posible.
- El climatizador o aire acondicionado proporciona un ambiente agradable trabajando a 24ºC. De ese modo, gasta mucho menos que si seleccionamos una temperatura inferior. Y créenos: habitualmente no es necesaria.
Se supone que la conducción eficiente ha llegado como una forma de garantizar que la seguridad vial aumente y que el impacto ambiental de nuestra conducción sea menor. Y esto, aunque no deja de ser importante pasa a un segundo plano cuando hablamos de que conducir de forma eficiente se traduce en la posibilidad de ahorrar dinero.
Veamos cómo hacerlo.
Acelera y frena con cuidado
Una costumbre poco común en los conductores, pero de gran relevancia para ahorrar combustible y minimizar el impacto en piezas como los frenos.
Se trata de estar atentos a no acelerar el coche mientras está arrancando, y tampoco dejar pasar minutos para que caliente el aceite.
Atención a los cambios de marcha
La gente de Ford ha realizado varios estudios relacionados con las marchas y el ahorro de combustible.
Llegaron a la conclusión que el cambiar la marcha mientras se está acelerando permite ahorrar combustible de entre 10 y 15%, así como minimizar la emisión del CO2.
Por otro lado, una buena técnica es el emplear marchas largas en tramos de carretera que te lo permitan, optando entonces por utilizar cuarta marcha en vez de tercera para ahorrar.
Apaga el motor
La mayoría de las autoescuelas y expertos en el área pueden confirmarte que lo mejor es apagar el motor cuando estaras estacionado por más de 1 minuto, ya sea en un atasco, un semáforo, un stop, un accidente u otros.
En el caso que tu auto venga con tecnología Auto-Start-Stop no tendrás que prestar atención a esto, puesto que el mismo es perfectamente capaz de apagar y encender el motor de forma automática, ahorrando combustible y reduciendo la emisión.
Atento con subidas y bajadas
Cuando se trata de subir pendientes, es mejor pisar el acelerador a todo lo que de, en vez de reducir y acelerar poco para subir lentamente.
En el caso de la bajada, es al revés. Lo mejor es que dejes de acelerar y quedarnos con la marcha engranada si esta es superior al ralentí, porque más consumimos prácticamente nada de combustible.
Se muy respetuoso con los límites de velocidad y la distancia segura
No hay nada mas eficiente a la hora de manejar, que el respetar las leyes de tránsito vigentes y apegarse a las normativas del país, con especial énfasis en aquellas que hablan de l velocidad establecida, y la distancia que debe existir entre autos por seguridad.
Mientras mayor sea la velocidad de conducción, debes saber que mayor será el consumo de combustible. De hecho, ir a 130 km hace que consumamos un 25% más de combustible que si fuéramos a 112.
Y con el caso de la distancia segura, logramos mantener un margen de espacio suficiente para evitar tener que frenar de formas muy bruscas en cualquier circunstancia, logrando cumplir con el primer truco dado y evitando desgastar los frenos.
Adquirir un coche puede resultar bastante fácil y hasta económico, si las condiciones están dadas. Si logras hacer buenas negociaciones y hasta regatear el precio, logras conseguir algún descuento o das con algún tipo de convenio o financiamiento estatal o bancario, el precio puede ser una maravilla.
Sin embargo, una vez que tengas el coche en las manos, la historia es otra. Comienza el proceso económico más complicado de todos: Mantenerlo.
Tienes que responder por los impuestos estatales, pagar el parking, llenar el tanque, hacerle las revisiones de rigor y costear las visitas al mecánico con sus respectivos ajustes y cambios de piezas. Por ello, no toca más que hacernos de paciencia, consejos, trucos y precaución para que los gastos de mantenimiento no sean demasiados.