Si tienes un coche de más de diez años, alerta. Y es que según datos del sector, el 60% de los vehículos en nuestro país tiene más de 10 años, lo que se traduce en un total de más de 15.239.000 automóviles viejos. Una de las consecuencias es el mayor número de averías.
Consecuencias del envejecimiento del coche
Las consecuencias de este envejecimiento son negativas porque se corre mayor riesgo de sufrir accidentes, se multiplican las emisiones contaminantes al medioambiente y, además, perjudica al bolsillo de los conductores. Se ha analizado más de 14.300 solicitudes de presupuesto para reparaciones que ha recibido a través de su plataforma en los últimos meses. Se comprobó así que el 70% de las averías presupuestadas afecta a vehículos con más de diez años, de los cuales un 57% ronda entre los 10 y 15 años, mientras que un 34% tiene entre 16 y 20 años y un 9% cuenta con más de 20 años.
El desgaste por uso a lo largo de los años trae consigo averías de lo más normales para un vehículo que va quedando anticuado, pero en ocasiones no llevar a cabo el mantenimiento adecuado conlleva a la aparición de averías que pueden agravar aún más la situación y poner en riesgo la seguridad al volante.
Por último, la avería de los sistemas de seguridad como los anclajes de los cinturones y los tubos de escape que son propensos a presentar ciertas fisuras con el tiempo y conviene revisarlos, pues se encargan de reducir la emisión de gases a la atmósfera.
Los coches modernos cuentan con más componentes y son más complejos que los antiguos, y aunque algunas averías se han erradicado por completo, han aparecido otras de nueva generación como los fallos presentados en los sistemas multimedia, navegadores e interfaces de entretenimiento. También son importantes las averías en los sistemas anticontaminación en estos vehículos nuevos teniendo en cuenta su elevado precio relacionados con el catalizador o el filtro de partículas.